Un estudio de Oxford revela que el agua moja, el fuego quema y los videojuegos no inducen a la violencia

Desde la existencia de los videojuegos violentos, muchos son los aventurados que han relacionado conductas agresivas con los juegos. Como era de esperar, la ciencia ha demostrado lo contrario.

Un estudio de la Universidad de Oxford ha intentado demostrar la hipótesis de que el juego invertido en jugar a videojuegos violentos está relacionado con conductas agresivas en adolescentes. 

Sorpresa: no existe relación. El estudio, basado en datos representativos de adolescentes británicos y sus padres, junto a rankings de violencia en los juegos, ha demostrado que no hay ninguna relación entre ambos factores. 

Algunos estudios previos habían sugerido la existencia de tal correlación pero nunca se había podido demostrar de manera clara y precisa con datos y argumentos irrebatibles. El profesor Andrew Przybylski, director de investigación del Oxford Internet Institute, cree que pese al interés en este tema de los padres y los responsables políticos, el estudio demuestra que exista ningún motivo de preocupación

Rockstar Games

La doctora Netta Weinstein, coautora del estudio, cree que las presuposiciones podrían haber causado esta situación: “Nuestros hallazgos sugieren que opiniones sesgadas de anteriores investigadores podrían haber influenciado estudios anteriores y han distorsionado nuestro entendimiento de los efectos de los videojuegos.”

Estos últimos años no ha sido extraño ver como en varios medios de comunicación se culpaba a los videojuegos de actos violentos en adolescentes, desde peleas a matanzas en institutos. Comportamientos antisociales, agresividad y tendencia a cometer crímenes han sido asociados con juegos violentos que varían desde el Grand Theft Auto hasta juegos como Counter-Strike.

Pese a que el estudio no mide específicamente comportamientos antisociales o cometer crímenes, los resultados sugieren que la violencia en los videojuegos no es algo que convierta a una persona normal en algo totalmente diferente.

Juegos de la década de los 90 como Doom o Duke Nukem han sido utilizados como excusa en numerosas ocasiones. Y nada cambió con la llegada de títulos como GTA o Call of Duty.

Como era de esperar, la comunidad de los videojuegos no ha podido hacer otra cosa que reír ante semejante estudio dados los inesperados resultados que revelan lo que nadie creía posible.

Podéis leer el artículo completo en el que se detallan las hipótesis iniciales, la metodología utilizada y las conclusiones en la página web de The Royal Society.

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