El problema de YouTube y los derechos de copyright: el caso de Ibai

Pese a ser una de las plataformas más utilizadas por usuarios de todo el mundo, YouTube está muy lejos de ser perfecta. Las reclamaciones de copyright falsas suceden día tras día, imposibilitando a muchos creadores de contenido poder vivir de su esfuerzo y pasión.

Si echamos un rápido vistazo a las cuentas en redes sociales de creadores de contenido de YouTube, podemos ver una tónica general en lo que a relación con la plataforma se refiere: no están contentos.

Muchos creadores de contenido de YouTube han migrado a la plataforma de streaming Twitch por varios motivos: mejores pagos, más seguridad a la hora de crear contenido y la imposibilidad que alguna empresa o persona te robe tu trabajo por la cara.

Reclamación de derechos de copyright, el lucrativo negocio de algunas empresas

El tweet de arriba de Felipe Calle ‘Felipez360’, un veterano de YouTube que ahora realiza streamings en Twitch, resume bastante bien la situación de algunos creadores de contenido.

Existen empresas (y particulares), que se dedican a reclamar derechos de autor sin fundamento de otros canales, con lo que consiguen todas las ganancias económicas que generen dichos vídeos sin hacer absolutamente nada. 

El pasotismo de YouTube respecto a este hecho ha obligado a YouTubers como Felipez o Alexelcapo a migrar toda su actividad a Twitch, convirtiendo sus respectivos canales en “cementerios”, como ellos mismos dicen (o creando un canal nuevo en el que únicamente se vuelcan los directos en Twitch).

El caso de Ibai Llanos, una auténtica vergüenza

La madrugada del 3 de junio Ibai Llanos, el popular narrador de la Liga de Videojuegos Profesional, publicaba el tweet de arriba, en el que explicaba la surrealista situación que le había ocurrido.

Un vídeo en el que únicamente aparecía él hablando y una pizarra recibió una reclamación de copyright de otro canal que se dedicaba, en esencia, a resubir el contenido de Ibai a YouTube. 

La plataforma permitió esta reclamación sin comprobaciones previas, por lo que Ibai tuvo que reclamar su propio contenido a YouTube.

Pocas horas después, la persona responsable de la reclamación a Ibai se disculpó, diciendo que había sido “una rata”. El comentarista y el responsable de la reclamación hablaron en público (y parece que en privado también), y acabaron solucionando esta situación de buena fe. 

Sin embargo, no deja de ser la enésima prueba de que algo no funciona bien en la plataforma de YouTube.

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